lunes, 11 de julio de 2016

Bicentenario de Argentina: Arzobispo pide “reintroducir” a Dios en la cultura

Argentina celebró su Bicentenario de la independencia el 9 de julio con distintos Te Deum en las principales catedrales del país. En San Miguel de Tucumán, lugar donde se firmó la Declaración de la Independencia hace 200 años, se realizó el principal acto religioso presidido por el Arzobispo de Tucumán, Mons. Alfredo Zecca, y acompañado por el presidente Mauricio Macri, autoridades nacionales y provinciales.

En su homilía, Mons. Zecca advirtió que está muy lejos de alcanzarse “el ideal de vivir la Argentina como una gran familia, donde la fraternidad, la solidaridad y el bien común incluyan a todos los que peregrinamos en su historia”.
El Arzobispo de Tucumán dijo que cuando no se entiende al hombre como “único artífice y creador de su propia historia (Gaudium et spes N° 20)” entonces se “ignora totalmente su relación y dependencia de Dios, se crea un abismo entre el Creador y su criatura que, a la postre, termina empequeñeciendo la misma libertad”.
De esta forma, “la búsqueda desenfrenada del poder, del placer, del dinero, del dominio de la naturaleza sin respetarla conducen, irremediablemente, a la esclavitud expresada de diversas maneras”, dijo.
Si bien, “ha habido yerros, desencuentros, luces y sombras, como en toda obra humana” el 9 de julio es un día para “recoger de nuestro pasado líneas inspiradoras de vida y para agradecer, celebrar y mirar hacia adelante (…) y entregarlos “a nuestros hijos, inalterable en su esencia, pero crecido en la historia”, agregó Mons. Zecca.
Para lograrlo, precisó el Prelado, “Dios debe ser reintroducido en el horizonte de la cultura si queremos construir un mundo verdaderamente humano”, enfatizó.
“Tenemos ante nuestros ojos el desafío de comenzar el tercer centenario haciendo de la libertad la piedra de toque de una sociedad verdaderamente pluralista y democrática. Pero, para ello hemos de redescubrir el sentido de la ley, de las instituciones, de la autoridad -que no es autoritarismo-, del capital, del trabajo y desde luego, del delicado equilibrio que debe haber entre verdad, diálogo y consenso”.
Mons. Zecca agregó que “hay valores realmente indisponibles que se deben respetar siempre y en toda circunstancia” como “la vida, desde el momento de la concepción hasta su término natural”.
“Pero no solo la vida sino una vida realmente humana que incluye el derecho a la educación, al trabajo digno y bien remunerado, la justicia imparcial que tutele los derechos de los ciudadanos y tantas otras cosas que degradan al ser humano como la esclavitud, la prostitución, la trata de personas, la violencia de género, las condiciones laborales degradantes”, explicó.
El Prelado, citó al Papa Francisco que con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro 2013 dijo a los obispos que “la Iglesia pide con particular claridad la libertad de anunciar el Evangelio de modo integral, aun cuando esté en contraste con el mundo, cuando vaya a contracorriente” porque es su “derecho y deber mantener encendida la llama de la libertad y de la unidad del hombre”.
(aciprensa.com)

sábado, 9 de julio de 2016

Bicentenario de la Independencia

El Acta de la declaración de la independencia del martes 9 de Julio de 1816 fue firmada por 33 participantes, entre ellos nueve sacerdotes y dos frailes. 

Que la Virgen de Lujan ruegue a su Hijo por nuestra patria.



viernes, 8 de julio de 2016

Papa Francisco envía mensaje a Argentina por Bicentenario de la Independencia

El Papa Francisco envió una carta al Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Mons. José María Arancedo, con motivo de celebrarse mañana 9 de julio el Bicentenario de la Independencia del país, una fecha en la que también invitó a rezar para que Cristo cuide y “defienda de todo tipo de colonizaciones” a la Patria Grande que soñaron San Martín y Bolívar.

“Celebramos doscientos años de camino de una Patria que, en sus deseos y ansias de hermandad, se proyecta más allá de los límites del país: hacia la Patria Grande (la unidad de todos los países hispanoamericanos), la que soñaron San Martín y Bolívar. Esta realidad nos une en una familia de horizontes amplios y lealtad de hermanos. Por esa Patria Grande también rezamos hoy en nuestra celebración: que el Señor la cuide, la haga fuerte, más hermana y la defienda de todo tipo de colonizaciones”, afirmó.
Francisco, que expresó a los argentinos su cercanía y oración, recordó que es en la escuela donde “nos enseñaban a hablar de la Madre Patria, a amar a la Madre Patria”.
“Aquí precisamente se enraíza el sentido patriótico de pertenencia: en el amor a la Madre Patria. Los argentinos usamos una expresión, atrevida y pintoresca a la vez, cuando nos referimos a personas inescrupulosas: ‘éste es capaz hasta de vender a la madre’; pero sabemos y sentimos hondamente en el corazón que a la Madre no se la vende, no se la puede vender... y tampoco a la Madre Patria”, advirtió en su mensaje.
Una Patria, señaló el Papa, de la cual sus “hijos más llagados” son “los enfermos, los que viven en la indigencia, los presos, los que se sienten solos, los que no tienen trabajo y pasan todo tipo de necesidad, los que son o fueron víctimas de la trata, del comercio humano y explotación de personas, los menores víctimas de abuso y tantos jóvenes que sufren el flagelo de la droga. Todos ellos llevan el duro peso de situaciones, muchas veces límite”.
En ese sentido, Francisco indicó que estos doscientos años son un llamado a “seguir caminando, mirar hacia adelante”.
“Para lograrlo pienso –de manera especial– en los ancianos y en los jóvenes, y siento la necesidad de pedirles ayuda para continuar andando nuestro destino. A los ancianos, los ‘memoriosos’ de la historia, les pido que, sobreponiéndose a esta ‘cultura del descarte’ que mundialmente se nos impone, se animen a soñar. Necesitamos de sus sueños, fuente de inspiración”.
Asimismo, “a los jóvenes les pido que no jubilen su existencia en el quietismo burocrático en el que los arrinconan tantas propuestas carentes de ilusión y heroísmo”.
“Solo si nuestros abuelos se animan a soñar y nuestros jóvenes a profetizar cosas grandes, la Patria podrá ser libre. Necesitamos de abuelos soñadores que empujen y de jóvenes que –inspirados en esos mismos sueños– corran hacia adelante”, expresó.
El Pontífice concluyó su carta pidiendo a Dios “que bendiga nuestra Patria, nos bendiga a todos nosotros; y a la Virgen de Luján que, como madre, nos cuide en nuestro camino”. “Y, por favor –solicita a Mons. Arancedo–, no te olvides de rezar por mí”.
Mañana se celebrarán en todas las catedrales del país la Misa Tedeum por el Bicentenario, sin embargo, la ceremonia principal será en la Catedral de Tucumán, por ser en esta localidad donde se firmó la Declaración de la Independencia de Argentina el 9 de julio de 1816.
Esta ceremonia será presidida por el Arzobispo de Tucumán, Mons. Alfredo Zecca. Asistirá el Presidente Mauricio Macri y otras autoridades nacionales y provinciales. También participarán el Presidente de la CEA, Mons. Arancedo; y el Secretario General, Mons. Carlos Humberto Malfa, junto a otros obispos de la región y el Nuncio Apostólico, Mons. Paul Emil Tscherrig.
El 10 de julio Mons. Zecca presidirá la Misa de Acción de Gracias en la Basílica San Francisco, con motivo de cumplirse 200 años del primer Tedeum celebrado en Tucumán.