sábado, 10 de julio de 2010

Tedéum por el 9 de Julio, en la Catedral de Tucumán


“Renovar nuestra esperanza en el futuro del país significa, para cada cristiano, para cada hombre de buena voluntad, asumir su propio compromiso de construir la Nación. Para ello debemos recuperar el respeto por la familia y por la vida en todas sus formas”, aseguró el arzobispo de Tucumán, monseñor Luis Villalba, al presidir el tradicional tedéum por el 9 de Julio en la catedral local, acción de gracias a la Patria a la que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner decidió no asistir, pero sí el gobernador tucumano, José Alperovich, y otras autoridades provinciales.

El prelado tucumano también hizo referencia al debate que se producirá en el Senado el próximo miércoles 13 de julio, sobre el proyecto de ley sobre el “matrimonio” entre personas del mismo sexo, al advertir que “está en juego una ley que pretende orientar la cultura del pueblo”.

“El pueblo tucumano, perteneciente a diferentes credos religiosos, por abrumadora mayoría, expresó estar en desacuerdo con este proyecto de ley”, recordó.

El vicepresidente primero de la Conferencia Episcopal Argentina sostuvo que “la unión en pareja de personas del mismo sexo es naturalmente distinta a la unión de una pareja heterosexual a la que llamamos matrimonio. A realidades distintas corresponden en justicia denominaciones distintas, para no dar lugar a una apropiación indebida del concepto de matrimonio”.

“La unión del matrimonio hombre-mujer abierto a la vida, no es una unión cualquiera entre personas, tiene características propias e irrenunciables que hacen del matrimonio la base de la familia y de la sociedad”, subrayó.

El arzobispo consideró que “este tema no ha de ocultar los grandes desafíos que tenemos y que reclaman las energías y esfuerzos, especialmente de los dirigentes de la sociedad.

“A luz del Bicentenario se debe proyectar como prioridad nacional: erradicar la pobreza e impulsar el desarrollo integral de todos. Anhelamos celebrar el Bicentenario con justicia e inclusión social. Debemos avanzar en la reconciliación en la sociedad, en fortalecer las instituciones republicanas, Hay que afianzar la educación y el trabajo como claves del desarrollo y de la justa distribución de los bienes, Es preciso promover el federalismo, que supone la necesaria y justa autonomía de las Provincias y sus Municipios”, precisó citando el documento “Hacia un Bicentenario en justicia y solidaridad”.

Por último, monseñor Villalba pidió “no olvidar que Dios nos acompaña desde los orígenes de nuestra Patria. Lo agradecemos hoy con nuestro compromiso y con nuestra plegaria. Por esto, entonamos el Himno de acción de gracias a nuestro Padre Dios: Te Deum Laudamus. A ti Señor, te alabamos, porque eres el autor de todo. Nos comprometemos a que tu obra sea fecunda en nuestras manos”.

Hace falta un nuevo de estilo de liderazgo
Monseñor Villalba habló también de una crisis de la dirigencia y aseguró que ser competente “no es suficiente para vivir un compromiso social según auténticas reglas ética”, por lo cual reclamó un “nuevo estilo de liderazgo” con “líderes que participen en la reorientación y consiguiente rehabilitación de la política”.

“Debemos pasar de un modelo de conflicto a un modelo de convivencia armoniosa, respetando las diferencias. Para ello es fundamental el diálogo que posibilite una acción mancomunada a favor del bien común. Como repetidas veces hemos dicho los Obispos argentinos, el diálogo es esencial en la vida de la Nación. Sólo el diálogo hará posible concretar acuerdos para proyectar el futuro del país”, aseveró.

El arzobispo tucumano sostuvo que “el diálogo entre los distintos grupos sociales en los que cada uno quiere mantener su identidad y proyectar en la sociedad sus propuestas, pertenece a la esencia de la democracia”.+


Tucumán, 9 de julio de 2010.


fuente: AICA

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