martes, 6 de enero de 2009

No dejemos que el Ciudadano baje los brazos

El ciudadano de hoy en día parece haber caído en la tristeza y nostalgia. A pesar de conocer sus derechos y obligaciones, están sumergidos en una suerte de total descreimiento de las autoridades políticas... y no es para menos...

Sienten, cada vez más, que no sirve de nada pagar los impuestos, y sus ingresos muchas veces no alcanzan para la adquisiciòn de productos elementales...

Encima no ven mejoras en la Sociedad, al contrario, ven que los servicios públicos cada día van desmejorando, con sólo visitar los hospitales y las escuelas se pueden evidenciar estos fenómenos tan tristes, y preocupantes., y ni hablar de la inseguridad que día a día se vivencia y que a cada rato los medios de comunicación se encargan de difundir de manera alarmante...

¿Pero este es un fenómeno que sólo se ha dado en la actualidad, o desde siempre, ha habido algún tipo de injusticia? A groso modo, se puede leer el Antiguo Testamento y allí algo se puede entender... un ejemplo, se encuentra en el libro de Eclesiastés.

Lo realmente evidenciable es que, toda la responsabilidad no se acaba en el actuar estatal, sino que, en cada uno de nosotros se encuentra la semilla de la bondad, como portadores de valores, somos el resultado de muchos acontecimientos buenos y malos... y a pesar de todo, aún no se sabe apreciar el privilegio de formar parte de una comunidad política y jurídicamente organizada, que la historia misma se encargó de forjar, a través de tantas luchas y rebeliones...

Sólo cuando se tiene el total convencimiento de la importancia de la convivencia humana... se empieza a revertir la visión negativa que se tiene, ya que no somos animales ni seres salvajes o irracionales que desean vivir en una selva, alejados de la ley y de los mandatos, sino que, con total conciencia y fe deseamos unirnos para delegar el poder a los representantes (gobernantes) para que sean ellos mismo los encargados de crear una cierta armonía... aunque muchas veces, desaprecibida a causa del malestar...

Y tampoco es para echarle la culpa a Dios, o simplemente negar su existencia, como muchos escépticos hacen. Dios sí existe, y siempre ha querido el orden, en todos los sentidos: espiritual, y material, y por eso debemos destacar que, a pasar de tantos malos momentos que vivimos, e incluso, de los males que parecen aquejar al mundo, tenemos a un Dios que todo controla bajo su mirada paternal, y su divina providencia. La voluntad de Nuestro Padre Celestial es siempre buena y quiere lo mejor en nuestras vidas, sólo que, tanto pecado que habita en el hombre, hace que paulatinamente nos alejemos de su amor y su amistad, y por ello es fundamental el estado de gracia en el alma, para escuchar a Dios, y dejarnos transformar al igual que el barro con el alfarero.
Reflexionando un poco y meditando sobre los Sagradas Escrituras, en la época de Jesús muchos pensaron que El Señor, como Mesías y Salvador, los "salvaría" de pagar los impuestos y de cumplir sus deberes y obligaciones ciudadanas... sin embargo, Nuestro Señor fue muy claro en ese aspecto, ya que una vez respondiendo a los fariseos, dijo abiertamente: “Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios” (Mt 22, 15-21)
Con eso le cerró la boca a sus perseguidores, que querían denunciarlo a toda costa, y además, a través de muchas de sus parábolas, confirmó que Dios también usa como instrumento a los gobernantes, aunque a decir verdad... son ellos mismos los que se alejan de Dios (y de ahí las arbitrariedades manifiestas, que no hace falta mencionar, y que repercuten en todos...)
Que bueno sería, queridos hermanos, que nuestros gobernantes sean personas de fe (cualquiera sea su religión), temerosos de Dios, fervorosos y comprometidos con la labor que Dios le encomendó, ya que al fin de cuentas, llegaron al poder gracias a la elección democrática y esperanzada del pueblo. Que hermoso sería que fueran prudentes en el manejar del presupuesto nacional, en esa recaudación que confiadamente depositan los ciudadanos cumplidores, que buscan el bienestar general... y particular.
Y aunque parezca que se pide mucho, en realidad, sólo se pide lo básico, elemental y necesario, y que, al fin de cuentas, es lo que corresponde. Por eso... a no bajar lo brazos ciudadanos, que ello no es imposible.
Que Dios los bendiga.

3 comentarios:

  1. Gracias por este blog !!!!! No dejemos de compartir ideas, pensamientos y sentimientos !!!!! Tenemos sentires afines además con la persona que diseño el blog.
    Saludos, Sergio
    Te espero por el blog.
    Y gracias nuevamente.
    Paz y Bien.

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  2. Gracias por tu blog !!!! Sigamos en contacto !!!

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  3. Gracias por su visita. En verdad, hay muchos ciudadanos que buscamos lo mejor para este país maravilloso.
    Saludos.

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